Por Ana Leiva Dehesa / 04-01-2010 / La Habana, Cuba
[ Responsable de Comunicación del Seminario Internacional por la Paz]
Con inauguración a cargo de Isabel Allende, Rectora del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) y Francisco Aldecoa Luzárraga, Presidente Internacional del Instituto de Estudios para la Paz y la Cooperación (IEPC), inició el Seminario Internacional por la Paz su primer día de paneles y debates.
Las intervenciones de Allende y Aldecoa marcaron algunos de los puntos esenciales sobre los cuales se encursó el debate, esbozaron la coyuntura internacional en la que se desarrolla el evento y la importancia del mismo.
Imprescindible es tener en cuenta el posible cambio que representa la actual crisis económica global hacia modelos alternativos de gobernación. No solo se presenta ya como una situación meramente económica sino que se convierte en una cuestión de crisis sistémica y por tanto puede resultar propicia para la revalorización y resemantización de conceptos como el de soberanía, globalización, desarrollo y paz.
Con esta mirada hacia la necesidad urgente de cambio comenzó la discusión del primer panel dedicado a la historia y desafíos de la paz en el siglo XXI, donde intervinieron Alberto Hidalgo Tuñon, miembro del IEPC, y José Ramón Rodríguez, Presidente del Movimiento Cubano por la Paz.
Hidalgo Tuñon enmarcó la paz como proceso de formación histórica, y por tanto de recontextualización del concepto en dependencia de los momentos históricos, advirtiendo la necesidad actual de volver a la complejidad que implica hablar de paz sin continuar restringiendo las discusiones a la contraposición de paz y guerra, viendo la primera como ausencia de la segunda.
José Ramón Rodríguez abordó cuestiones que resultaron polémicas en el debate posterior, como la preparación para la defensa de la paz, la guerra necesaria y la imposibilidad de paz sin soberanía y desarrollo. Apuntó situaciones límites como el cambio climático y las políticas adoptadas con respecto al fenómeno que ni solucionan ni prometen solución pues quedan las decisiones en manos de los mismos círculos de poder que han provocado la actual crisis mundial.
Durante el debate se cuestionaron posturas como la preparación para la guerra como método de preservación de la paz, argumentando la posibilidad de medidas alternativas como el diálogo entre naciones; sin embargo al surgir el tema de América Latina y los actuales conflictos como el de Honduras entraron en debate otras maneras de analizar el tema: la institucionalización como legitimación de la violencia, es decir, el diálogo, las posturas alternativas pero no con los desplazados sino con los desplazantes. Surgió también la violación a la paz que suponen las políticas adoptadas por la administración norteamericana con respecto a los países latinoamericanos y las naciones del Medio Oriente y por tanto el derecho a la legítima defensa: ¿existe entonces la manera de enfrentar las guerras necesarias?, ¿existe la violencia permitida para defender la soberanía?.
Otro punto de debate resultó la relación paz y desarrollo, quedando abierta la interrogante: ¿a qué tipo de desarrollo nos referimos cuando hablamos de paz?.
Para cerrar el primer panel Concepción Nieves Ayús, Directora del Instituto de Filosofía, esbozó algunas de las categorías abordadas durante el debate que se incluyen dentro del concepto de paz para clarificar la diversidad de opiniones al respecto y se coincidió, por otra parte, en el rechazo a la lógica de dominación, cualquiera que fuese su manifestación.
La construcción de la paz en el contexto de la crisis global fue el tema del segundo panel, en cual intervinieron José Manuel López Hernández, miembro del IEPC, Jorge Casals, Vicerrector del ISRI y Néstor Gracía, profesor del ISRI.
Entre los análisis y propuestas de José Manuel López estuvo la posibilidad de crear estrategias fundamentalmente mediáticas para la construcción de la paz, en contraposición a los métodos de legitimación que se han creado durante los procesos bélicos; la permanencia de procesos pero con una connotación diferente, resemantizada, con una visión otra de conceptos establecidos, sugiriendo un retorno al significado de pacto que también tiene la palabra paz e introduciendo un eje pólemico referente a su connotación o vacío ideológico.
Por otra parte Casals abordó el tema del panel desde la crisis de los paradigmas norteamericanos y a partir de ahí bifurcó la actual situación mundial en dos posibles miradas: el inicio del fin o el fin mismo. Mientras, Néstor García deconstruyó el inválido proceso de Barak Obama hacia el Premio Nobel de la Paz.
Las tres intervenciones dieron inicio a un debate en el cual se defendió la carga ideológica que para países como Cuba tiene un concepto como el de paz, teniendo en cuenta las relaciones históricas con Estados Unidos y las concecuencias e influencias que estas han tenido en el ámbito mundial. Fue punto de mira también las relaciones entre paz y propiedad estatal como contraparte de propiedad privada que deviene empresa transnacional, teniendo en cuenta que esta última es la causa fundamental de la actual crisis global, tomando así el análisis un giro hacia el modo de vida consumista del sistema capitalista y por tanto a la posibilidad o no de un cambio en la mentalidad condicionada a la aceptación del sistema. De esta manera cerró el panel con otra interrogante: ¿supone la paz un cambio sistémico?.