miércoles, 21 de diciembre de 2011

Congreso ¿Qué es comunismo?. Panel Procesos Históricos 1: Cuba



Intervención en el panel sobre Procesos históricos: Cuba en el congreso ¿Qué es comunismo? celebrado en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid y organizado por la Asociación Universitaria La Caverna, la Fundación de Investigaciones Marxistas y Viento Sur.

Intervención de Juan Iglesia
Intervención de Carlos González Penalva
Debate: parte 1 / 2

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cayo Lara y la Convocatoria Social frente a la postmodernidad




Desde la designación en la IX Asamblea de Izquierda Unida de Cayo Lara como Coordinador General de la organización, diversos medios políticos y de comunicación han desarrollado una profunda campaña de intoxicación que han ido vendiendo por capítulos a la opinión pública. Esta campaña no es nueva y se presenta de forma muy similar a la que en su tiempo se desarrolló contra Julio Anguita a favor del PDNI (1). Antes de la manifestación pública de la crisis, creada por los entramados políticos y económicos neoliberales, se tachó a Lara de profeta irracional (2), de utópico dicharachero y de político anacrónico. Se le acusaba también de dinamitador de Izquierda Unida. Cayo, se decía, era títere de mayoría pleistocénica del PCE y, por tanto, de personaje ubicado fuera de época. Se le dibujaba en los medios como campesino refranero en el país de Cervantes cuando habría que recordarles a estos voceros que es el campesino Sancho quien otorga racionalidad al docto Quijote. ¿A qué responde tan encarnizada campaña de descrédito contra el dirigente de la tercera fuerza política española?

En primer lugar cabría señalar la tendencia al personalismo que de la política tienen los medios de comunicación. Centralizan en Cayo Lara una política que en realidad es la de un colectivo mucho más amplio. Se trata de una línea que abarca a la inmensa mayoría de los afiliados y simpatizantes de Izquierda Unida incluyendo a la inmensa mayoría de los afiliados al PCE. Esta perspectiva escorada hacia el personalismo tiene una función básica por la cual se busca igualar ante la opinión pública a distintas organizaciones políticas independientemente de su implantación política, social e institucional. Resulta mucho más fácil oponer a fulanito frente a menganito que enfrentar a una fuerza política - y su ideario - con fuerte presencia en el espacio público a un engendro híbrido cuya base militante entra en un taxi o, vistas ciertas primarias, en un diskette. Sin embargo, para poder enfrentar hay que tener algo que oponer y, si no existe, se crea. Ya Vladimir Putin hablaba hace tiempo de la necesidad de crear un partido “de izquierdas” para fomentar la pluralidad política en Rusia. En realidad, lo que se pretendía hacer ver era la necesidad de crear una fuerza política socialdemócrata, integrada en el sistema, que pudiera arrastrar a parte del electorado del PCFR [Partido Comunista de la Federación Rusa] para desplazarlo del arco parlamentario de la Federación.

En España tenemos Equo, engendro de organización política que sustituye la base militante real y el debate entre personas por netizenes (ciudadanos digitales que se oponen a los cityzens o ciudadanos “tradicionales”) difícilmente cuantificables y con ninguna presencia política y social en la calle. Sin embargo, este mini partido que se presenta como partido de nuevo tipo, quiero decir, moderno, se constituye de profesionales medioambientales de dilatadas carreras sumados a los últimos estertores de aquello que era el PDNI o la nueva izquierda de López Garrido y Cristina Almeida que poco tardaron en amarrar en los muelles del PSOE. La ficción de Equo, tan privilegiada por algunos medios de comunicación, que pretenden mostrarlo como equiparable a IU, no deja de concretarse en una organización macrocéfala. Una organización que, salvo triunfo de la estrategia mediática el 20N, carece de militancia y cuyo objetivo reside en parasitar a IU -aunque repitan una y mil veces lo contrario- como una tenia o solitaria.

La clave de la ofensiva contra Cayo Lara o, más precisamente, contra IU, hay que buscarla en lo que se ha denominado como pensamiento único. Señalaba hace tiempo Ignacio Ramonet en su libro Pensamiento Único y los nuevos amos del mundo muy bien sus fundamentos:

La generalización de la informática en la mayoría de los sectores de producción y servicios, la miniaturización de los ordenadores y su conexión a redes a escala planetaria, poco a poco ha cambiado de arriba a abajo el orden del mundo. Muy especialmente el mundo de las finanzas. Éste reúne las cuatro cualidades que hacen del él un modelo perfectamente adaptable al nuevo orden tecnológico: es inmaterial, inmediato, permanente y planetario. 
[…] 
Delante de sus pantallas electrónicas, millares de jóvenes, superdiplomados, superdotados, pasan sus días colgados del teléfono. Son los expertos de la nueva ideología dominante: el pensamiento único.

La base de tal pensamiento único pasa por: 1) el mercado, cuya mano invisible “corrige” las disfunciones del capitalismo. 2) El libre intercambio sin límites a favor del desarrollo del comercio y, por tanto, de la sociedad; 3) La competitividad que estimula y dinamiza las empresas hacia una benéfica modernización; 4) La mundialización, tanto de la producción como de los flujos financieros; 5) La división internacional del trabajo que modera las reivindicaciones sindicales y abarata los costos salariales; 6) Cada vez menos Estado, un arbitraje constante a favor de los ingresos del capital en detrimento de los del trabajo.

En definitivas cuentas, ante el pensamiento único caben dos opciones: o acatarlo y aceptar el sistema político y económico capitalista que se basa en el lucro exacerbado, la injusticia social, la explotación humana y la miseria de la mayoría de la población mundial; o tratar de superarlo a través de formas de organización social más justas y racionales. La una o la otra, no hay medias tintas, o se asume el modelo capitalista o se le combate.

Cuando Equo reniega de una política de concentración de fuerzas anticapitalistas, la conformación de un bloque social de progreso que revierta la actual configuración de los modelos económicos, políticos y productivos, con la disculpa de buscar un ámbito político y social distinto al de IU ¿qué es lo que está diciendo? ¿Cuál es tal espacio político y social? Un espacio político distinto al que representan IU y aquellas organizaciones y movimientos sociales que se suman a la Convocatoria Social pero que Equo no define bajo ninguna circunstancia. La política es la definición, el arte de lo posible -porque consideramos que el socialismo no solo es posible, sino necesario-, la re-organización inmediata de las estructuras en las que vivimos. La Convocatoria Social se define y se emplaza en un espacio claramente anticapitalista que busca revertir el orden actual de las cosas. Quien dice buscar un espacio “distinto” al de IU y la Convocatoria Social, dice buscar un espacio distinto al anticapitalista y, por lo tanto, acata los fundamentos del modelo capitalista, aunque se nos presente como un ético administrador del sistema, aunque nos diga que busca “refundarlo”.

Los medios que tachan a Cayo Lara de utopista e irracional profeta y a IU de anacrónica presentan a la vez a Equo de racional y moderna, que busca reformar y limitar los desmanes del capital (3) a la par que nos ocultan su participación en el grupo europeo liberal. Son los mitos de la posmodernidad los que nos ocultan que lo anacrónico es un sistema que ha arrastrado a la miseria a más de un 80% de la población mundial a lo largo de 200 años. Pleistocénicas son las liturgias panteístas que pretenden ubicar la política fuera de los ejes antropológicos ofuscando así la realidad de que la política y las organizaciones políticas están o deben estar, ante todo, al servicio de de los ciudadanos. Las racionales reivindicaciones ecológicas lo son en tanto que el desastre medioambiental de nuestra época nos ubica en el abismo antropológico de la extinción de la especie humana, no en lejanas esencias espiritualistas postmodernas.

En un momento tan decisivo para el futuro de la Izquierda en España, Equo se queda “fuera de tiempo”, en un discurso que se refiere a confusas abstracciones. No quieren saber, o no saben, lo que ha de hacerse para cambiar el mundo. Mudan de principios según se tercien las ocasiones, pasando del abrazo a la madre naturaleza al apoyo explícito al bombardeo, asesinato, expolio y ocupación del pueblo Libio. En un momento tan decisivo para la Izquierda, Equo decide posicionarse del lado de usureros y expoliadores.

Afortunadamente, el viejo topo de Marx no ha dejado su tarea y ha puesto en crisis el discurso del pensamiento único, calle a calle y barrio a barrio. Es labor nuestra, de los que proclamamos la rebelión y la subversión ante el orden económico y social establecido la tarea de situar a cada uno en su lugar histórico.

Carlos González Penalva

22-09-2011


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NOTAS

1) Partido Democrático de la Nueva Izquierda
[ http://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Democrático_de_la_Nueva_Izquierda ]

2) Nos recordaba Anguita en la Fiesta del PCE 2011 que Izquierda Unida había denunciado hace 18 años que el origen de la actual crisis económica y recortes en servicios sociales se encontraba en el modelo de construcción europea firmada de Maastricht. En 1992, el Círculo de Empresarios de Madrid ya solicitaba constitucionalizar el déficit para controlar la inversión en servicios públicos.

3) Tal vez por esto mismo, porque consiste en gestionar en lugar de transformar, la hijísima de Punset y representante de Cipal en Altea (Alicante), hoy referente de Equo, no tuvo ningún problema en firmar un pacto de gobierno con el Partido Popular en urbanismo, medioambiente y agricultura-pesca.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Error 503: Propiedad, Ideología e información*

Sobre la supuesta censura en cuba.
Por Carlos González Penalva
Hace unas semanas comenzó el traslado de los servidores de Nodo50 a Suecia (1), se mudaban físicamente los equipos, en furgoneta. El motivo, cuestiones legales y económicas, según informaban en su web. Lo llamativo no es que un “portal” de internet, que aloja a la mayoría de las páginas web de los movimientos sociales de España, se traslade por carretera a otro estado, sino que los nueve servidores (recomiendo visitar la página y ver el nombre de cada uno y su motivación) de Nodo50 no estén en el territorio donde se encuentran la mayoría de sus clientes. Motivos hay varios, el más contundente, la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSICE). Sin embargo no es una cuestión que pueda reducirse a lo legal. Lo que está en juego cuando hablamos de servicios de la sociedad de la información -y por extensión de las TIC- no son otra cosa que relaciones sociales de producción, de control de la información y de monopolio-manipulación de las telecomunicaciones a escala global –véase el “caso Murdoch”, dónde la lucha por BSkyB se convierte en un espectáculo freaky al estilo News of the World.

¿Y qué son los servicios de la sociedad de la información? Al margen de lo pomposo de la nomenclatura, cuando hablamos de la Inter-Net, no estamos hablando de “nubes”.  Hablamos de medios de producción y propiedad de los medios, de relaciones sociales de producción, mercancía-dinero-mercancía, empresarios/as, trabajadores y trabajadoras, de Sociedades Limitadas (S.L) y Sociedades Anónimas (S.A), etc.: En definitiva; de la economía política de la información, la comunicación y la cultura (2). Y es desde la economía política desde donde vamos a enfocar la “censura”; la propiedad de los medios de (producción-reproducción-circulación) comunicación, (la producción social) de la ideología dominante que legitima la manipulación mass mediática y el tráfico de información (la forma mercancía; material e inmaterial) que se comercializa. No vamos a profundizar en esta cuestión, sólo señalar, o recordar, dos obviedades:
  • a) La tecnología nunca es neutra, sino un instrumento para. Una tecnología concreta tiene un valor de uso, objetivo, y un valor de cambio “ficticio”. 
  • b) Quién posee los medios de producción y distribución (empresas de telecomunicaciones en este caso) de los servicios controla, en gran medida, sus usos y sus potencialidades (3)


Isla es un concepto geofísico, no virtual.
Cuba, además de un “sistema” político y social, es una realidad física: una isla. Nos ahorraremos la definición de isla, pero concretamos; no es una cuestión filosófica, es geológica: La isla de Cuba es una extensión de tierra firme roIdeada completamente por una masa de agua. Además, Cuba se encuentra geográficamente en el Caribe, no en América latina o “en la costa este de EE.UU”. El hecho de tener a los EE.UU de vecino y ser una isla tiene cierta importancia para entender el desarrollo de internet en Cuba:
  • 1º) Para poder conectarse a una red, evidentemente, se necesita una red física, concreta, “un cable” y localizada en el espacio –dentro o fuera del planeta. La ideología del libre cambio, en el “caso cubano”, parece quedar suspendida; el embargo norteamericano impide al estado cubano esta opción (4).
  • 2º) Las conexiones a través de satélite son monopolio de un limitado grupo de empresas  y su coste es muy elevado (5). Para el estado cubano esta opción fue la única posibilidad durante años. 


Así, con las dificultades señaladas, las conexiones a internet en Cuba han sido una constante fuente de “conflictos”: Por una parte, al tener que pagar por el acceso vía satélite, el estado cubano se veía obligado a limitar el acceso en función de los recursos económicos del país. Por otra, con un servicio muy precario, el gobierno cubano ha tenido que definir prioridades en el acceso (personal sanitario, personal científico-investigador, etc.), lo cual, la ideología dominante a re-interpretado, traducido, y extendido intencionalmente como “censura”(6).

Hasta 2008, las conexiones a internet en Cuba han sido un constante foco de presión empresarial, esa forma de diplomacia que ciertos lobbys practican desde Washington a Bruselas, pasando por Abu Dabi. ¿Qué cambio en 2008? Ese año el Gobierno de Venezuela y el Gobierno de Cuba firmaron un tratado para conectar por cable de fibra óptica ambos territorios desde La Guaira, lo que permite a Cuba (y por ende a Jamaica, Haití y Trinidad y Tobago, etc...) dotarse de la infraestructura necesaria para poder ofrecer una conexión amplía, con limitaciones técnicas, a internet (7). Este convenio no es un acontecimiento aislado, sino que responde a una política estratégica de ambos Gobiernos para garantizar su soberanía nacional frente a los múltiples intereses de la Administración norteamericana en la zona (8).

Pero el “caso cubano” no es una excepción. Cuando comenzó a extenderse el “fenómeno internet” cada estado tomo una serie de decisiones, la mayoría al margen de la ciudadanía, sobre cómo gestionar este “medio”. Un ejemplo, no un paradigma, en el año 2000 Cuba y el estado español compartían un ancho de banda similar (una velocidad y una capacidad de conectividad) de 65 megabytes para descarga y de 124 megabytes para subida. Diferencias: En Cuba el acceso era semi-gratuito, la “factura” la pagaba el estado cubano conectándose vía satélite -como cliente- y redistribuyendo la conexión a los usuarios institucionales. En el estado español, la conexión era a las “redes” privadas; el monopolio Telefónica, ya privatizado, distribuía la conexión a las “operadoras”. La capacidad  de la red era similar, limitando técnicamente el acceso (9), y el precio el de un servicio privado, al alcance de una minoría (¿no nos acordamos de los esfuerzos de la Administración para convencernos de la necesidad, a particulares y empresas, de estar “conectados”?) Ciertamente, no es hasta 2006 cuando la conexión a la red se estabiliza, en números absolutos, en el estado español. En Cuba, es verdad, en 2008 ¿Dos años de diferencia, siendo gratuito en Cuba, dan para el debate? ¡Es Cuba! Siempre hay debate.  

Pero en Cuba peor, siempre. ¿Siempre?
La progresión de la “socialización” de esta nueva tecnología a nivel global puede parecer, a primera vista, una forma de establecer “rankings” de desarrollo: países “conectados” y países que están fuera de esta nueva hipermodernidad, la cuarta revolución industrial llegaron a definirla quienes vendían a sueldo esta tecnología en los medios de comunicación de masas “clásicos”, televisión, radio, prensa, etc. Hemos asistido a “campañas” obscenas sobre la necesidad de comprar este electrodoméstico (10).

 ¿Los intereses y motivaciones son diferentes en Cuba? Evidentemente, cuando un estado tiene una demanda social, la conexión a un servicio (es indiferente que sea internet o el transporte público) la forma en que se gestiona muestra y demuestra la ideología dominante, la hegemonía política en dicho territorio:
  • A) Modelo de capitalismo social europeo (aunque, a estas alturas, esta denominación le viene muy grande): Los medios de producción son propiedad del capital privado y el estado se limita a regular jurídicamente (LSSICE) y fácticamente el mercado (a veces y poco) de trabajo, producción y circulación de mercancías y servicios (esa es la clave de la negociación colectiva y no el despido) y los y las ciudadanas compran, si pueden (eso que repulsivamente denominan “poder adquisitivo”) los servicios y las mercancías ofertadas; el hardware a Dell, el software a Microsoft, la conexión a Telefónica y los “servicios” a Google, etc. -los últimos de la cadena, siempre son los más visibles y, por lo tanto, los más vulnerables a la crítica social y a los caprichos del ciclotímico Capital, como se vio en la burbuja punto.com (11).
  • B) Modelo de capitalismo neoliberal: Similar al anterior pero con escasa o nula recaudación impositiva y control gubernamental del proceso (12) 
  • C) Modelo poscapitalista (“a lo cubano”): Regulación democrática del acceso a internet, gratuidad porcentual y selectiva del mismo (13) 


Conclusión precipitada.
Si hubiese una potencial situación social, terminemos con un poco de política ficción (14), en la cual, los y las ciudadanas del estado español, tuviésemos que optar entre un precario acceso general y semi-gratuito a internet o el eficiente acceso actual (a una media de 50€/mes) particular y privado, posiblemente, el conflicto de la censura se extendería a nuestro territorio rápidamente (no hemos mencionado el recurrente “canon” ni la estrafalaria Ley Sinde por respeto a la inteligencia). La censura es siempre la excusa que utiliza el capital privado para apropiarse del capital social (15), bajo el capitalismo la exhibicionista libertad de expresión siempre será subalterna de la discreta libertad de empresa. Quienes fomentan, en nombre de la libertad de expresión, la libertad de empresa, proyectan un escenario de privatización del estado y su posterior venta a los, tristemente famosos, “mercados”. No nos estamos jugando la “libertad de expresión”, sino la “propiedad de los medios” y esa batalla tampoco se libra en internet, sino en la POLÍTICA. 
NOTAS
(*) El error 503 se genera normalmente ante una sobrecarga del servidor.
(3) Esta definición no es nuestra, y la cogemos prestada de Compolíticas, el grupo que mejor y más claramente está analizando, en gran medida y a nuestro juicio, el desarrollo de la actual economía política de la comunicación. 
(4) Recordemos cuando Cesar Alierta insinuaba que habría que cobrar “alquiler” a los buscadores, proveedores de contenidos y servicios por el uso de su soporte: de sus redes de cable. http://www.eitb.com/videos/noticias/tecnologia/detalle/349899/alierta-telefonica-advierte-buscadores-internet-tendran-pagar/.  Mientras terminamos de redactar este artículo vuelve a generarse el debate. Según cuenta Miguel A. Noceda, Información privilegiada, en EL PAÍS (24/7/2011. Negocios pp.9): “Las grandes operadoras buscan una solución conjunta para cobrar a Google y a otros proveedores de servicios y contenidos el uso de sus redes”.
(5) En el caso de Cuba, y de otras islas caribeñas, lo más sencillo hubiese sido conectarse a alguna de las existentes en EE.UU, por ejemplo AT&T., que es una de las mayores operadoras de telecomunicaciones del mundo y que “ofrece” sus infraestructuras a numerosos países de Américalatina.
(6) La española GMV y la norteamericana Integral Systems son las principales fabricantes de satélites de comunicaciones a nivel mundial y las telecos y la industria militar sus principales clientes
(7) Utilizando el recurso a la compensación ideológica, el esquema de naturalizar  la actuación política a favor de intereses privados como una necesidad del “interés general” (véase la reciente financiación de las entidades bancarias con fondos públicos), se sostiene una campaña de intoxicación sobre la censura en Cuba basada en una sencilla máxima: El estado impide el acceso de la ciudadanía a internet. Pero la pregunta es otra; ¿quién pagaría esa conexión, y quién la ofertaría? La respuesta, sencilla; la pagaría la ciudadanía (ya pueden hacerlo) y la ofertaría la empresa privada. ¿Y el beneficio? Para quienes pagan la campaña “por la libertad de internet en Cuba” y subvencionan a quienes, como Yoani Sánchez, twittean a la velocidad del rayo con sus más de 6.366 comentarios vía SMS a un dólar mensaje.
(8) La compañía británica Cable & Wireless Communications será la encargada de gestionar parte de la infraestructura.
(9) Antes de la firma del convenio Venezuela-Cuba, los cables submarinos, las redes físicas a través de las que se transmite, circulaban a 32 Km del malecón de La Habana y el embargo norteamericano, impedía a las y los ciudadanos cubanos conectarse a esa “red”. Tras la firma del convenio, la Oficina de Intereses Norteamericanos en Cuba ofreció al Gobierno cubano la posibilidad de “utilizar sus redes” -a eso lo llaman diplomacia en la Administración Obama.
(10) Las páginas que no se podían “cargar” en Cuba tampoco se podían cargar aquí, entre ellas la de Amnistía Internacional, página en cuestión que fue una excusa muy utilizada para hablar de censura gubernamental. Como era de esperar, esos mismos medios no han comentado la Protecting Cyberspace as a National Asset Act (Ley de Protección del Ciberespacio como Bien Nacional, PCNAA) que el Congreso norteamericano aprobará, sin conflictos, y que “regula” el acceso y los contenidos de internet en EE.UU. Más info: www.rebelion.org/noticia.php?id=128514
(11) ¿Alguien se imagina, aquí, una campaña institucional similar sobré la necesidad estratégica para el país del uso de la lavadora? En el estado español las campañas públicas para vender internet fueron de las más activas, agresivas e inútiles - en el aspecto ideológico. Basadas en el mito etnológico del “complejo español” de inferioridad respecto a (el resto) “Europa” (los mediáticos países de nuestro entorno) se mantuvo una propaganda de estadísticas comparativas, fundamentalmente financiada por las operadoras de cable (Telefónica) pero también orientada por intereses políticos con un único objetivo, vender un nuevo servicio/producto; el equipo, la instalación y la conexión a una especie de “pantalla total” que sirve para todo -y para nada. El storytelling era, como siempre, simple:1º) El mundo está cambiando, o te adaptas o mueres, 2º) La supervivencia de “tú negocio” (dirigido a autónomos/as y PYMES) está en Internet, 3º) Sólo se encuentra trabajo (por cuenta ajena, asalariado) si estas conectado (el correo electrónico de masas) y eres localizable full time (conectado permanentemente a los publicistas), 4º) Participa en la red (interactivo, concepto vacío que se extendió de tal forma que hasta la televisión presumía de ser interactiva), crea tú propia red (redes sociales) “comunícate” donde y cuando quieras (hiperconectividad, internet en el teléfono móvil) 5º) Libérate de la oficina, trabaja desde casa (Teletrabajo, atomización absoluta de la fuerza de trabajo, ensayada en algunas Administraciones públicas e impuesta en numerosas empresas privadas, pero que finalmente lleva a la doble jornada, o jornada seven-eleven, 24horas) ¿Realmente alguien creía en la liberación del sujeto por la “maquina” dentro del capitalismo?
(12) El estado, a través de ciertas herramientas fiscales, recauda en varias fases del proceso de compra-venta-consumo y al mismo tiempo garantiza los derechos de “libre empresa” y los derechos de “los consumidores”. Por lo general se alcanza, pasado un tiempo:  Una “competencia perfecta” (pacto ilegal de precios y tarifas) entre aquellas marcas (grandes trust empresariales) que han conseguido consolidarse en el mercado (oligopolios clásicos) al saber posicionarse (deslocalización y externalización de la producción) abaratando costes (explotando a los y las trabajadoras fuera de la legislación laboral vigente) mejorando sus servicios comerciales (subcontratando o eliminando sus servicios postventa) con altas capacidades de innovación (plagiando, comprando o robando patentes –lo denominan espionaje industrial-) y ofreciendo una imagen de confianza (invirtiendo en publicidad, marketing y campañas de limpieza de imagen). En definitiva, una formula de dominio privado de las relaciones sociales de producción maquillada bajo el espejismo de la justicia distributiva y la ilusión de la democracia electoral-parlamentaria.
(13) Derivadas de ese modelo, dos perversiones: 1ª) Tarifas más competitivas para los y las usuarias, por la competencia agresiva entre proveedores, y “consumidores satisfechos” –la gran batalla de quienes coexisten en la burbuja ofimática/virtual, para las/os que la tarifa plana y la banda ancha son la respuesta tecnofilica a la decadencia del capitalismo- y 2ª) Desregulación absoluta de las relaciones laborales y, en consecuencia, explotación legal de la mano de obra –el paraíso de la CEOE y sus altavoces institucionales-.
(14) Consideración de la infraestructura tecnológica como un medio al servicio del general intellect y de la construcción social de un proyecto colectivo de comunicación, información y cultura socialmente productivo. Objetivamente, “más lento” y “menos personal”, pero también más autosuficiente y mejor redistribuido y menos sometido a la dominación de las multinacionales de las telecomunicaciones.
(15) Hubo un cierto movimiento de wi-fi público y gratuito que exploro esta cuestión y del que apenas han quedado unas cuantas señales colocadas por ayuntamientos en parques y plazas con el estrambótico texto “Zona Wi-fi”. Parece que resurgue, veremos. Más info. http://www.error500.net/articulo/wifi-gratis-los-ayuntamientos-por-fin-un-modelo-razonable

lunes, 18 de julio de 2011

Bajo el síndrome de la paz teológica

Francisco Gil Fuertes / Carlos González Penalva
Asociación Cultural Wenceslao Roces

Este título zizekiano tiene su justificación. Recientemente se celebró en la ciudad de La Habana el Seminario Internacional por la Paz, organizado por el Instituto de Estudios por la Paz y la Cooperacíón (IEPC), la Fundación Horacio Fernández Inguanzo, el Movimiento Cubano por la Paz, el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa de Cuba y el Instituto de Filosofía de Cuba. En dicho evento participaron diversos investigadores/as miembros de numerosas organizaciones incluidos miembros de la Asociación Cultural Wenceslao Roces. Y en ese contexto nos sorprendió, gratamente, la crítica del argumentario de los think tanks neoconservadores anglo-americanos que se ha expandido, rápidamente, entre la intelligentsia académica de América latina. La doxa neocon parece estar mutando en síndrome en ciertas áreas geográficas despertadas del american dream por medio de una “revolución democrática” que las estructuras clásicas de las élites locales son incapaces de integrar en sus dispositivos de control social. Venezuela, Bolivia, Ecuador, se están convirtiendo en campo de pruebas de un nuevo tipo de relación entre el tradicional discurso sobre la resolución pacífica de conflictos de la pequeña-burguesía internacional y la revisión de la idea-concepto de paz como “ausencia de violencia”. La situación de guerra total, de guerra permanente, en la que se desarrolla actualmente el capitalismo internacional esta volviendo a poner de relieve la fragilidad de la Pax Américana impuesta por la OTAN tras la des-estructuración de la URSS. Obviamente, la paz siempre ha sido una cuestión de relaciones de fuerza, coyuntural, multipolar y provisional. Las élites gestoras del Estado han comprendido, desde el final de la hegemonía imperial de las potencias europeas del siglo diecinueve, que la paz es una cuestión temporal vinculada, inevitablemente, al monopolio de la violencia del Estado, habrá paz, sólo sí y siempre y cuando sea administrada por la clase dominante a través del Estado y la forma-Ley. Esta evidencia es la que los discursos generados bajo el síndrome de la paz teológica son incapaces de asumir.

Que la paz es una ficción generada por los dispositivos de control social es una obviedad que no merece mayor atención. Hace ya varias décadas que la industria del espectáculo construyo el imaginario social posible de la guerra y la paz dentro del capitalismo; la pipa de la paz de los indios del Hollywood de los años cincuenta, los hippies y su power flower, el Ghandi poscolonial, etc., son la iconografía pop sobre la que se sustenta la idea simbólica de paz. Este modelo de paz naïf diseñado a la medida de las clases medias occidentales es el que se ha empezado a evaporar al entrar en contacto con el mundo real pos-Guerra Fría.

Para los/as portavoces del discurso hegemónico, el concepto paz se presentaba como una sustancia ético- moral aislada, autónoma de las relaciones sociales que la posibilitan-imposibilitan. Su fundamentación teórico- práctica estaba configurada sobre la idea de una paz absoluta que no poseía exterioridad social, política o económica. Este constructo ético-teológico ha generado un nuevo síndrome que se ha empezado ha manifestar dentro del movimiento pacifista de principios del siglo XXI: el síndrome de la paz teológica. Bajo el síndrome teológico del sujeto sin objeto, de la paz como subjetividad, como un estado de conciencia, es decir; como una posición subjetiva ante la realidad, el discurso pacifista actual adquiere una textualidad ficticia cuyas referencias están más cerca del cine épico, de las superproducciones heroicas, que de la imagineria cristiana. Este síndrome genera así la ilusión de una realidad paralela a la efectivamente vivida. El misticismo pacifista que se desprende de esta posición teológica es sintomático del agotamiento teórico de la formulación paz como ausencia de violencia. Por un lado, al negarle al concepto paz una realidad contextual, se efectúa una reducción de su horizonte de posibilidad conceptual, esto es: se transfigura la paz-concreta, la única potencialmente practicable, en una paz-abstracta, que opera como una ficción de uso en la legitimación de la violencia realmente existente. Por otro lado, el intento, latente en el discurso pacifista, de despolitización del concepto paz que implica la abstracción teológica, pretende negar la construcción de la paz como negociación entre iguales, al adoptar una posición de mediación social que resulta, en la práctica, una colaboración con el aparato gestor de la forma-Ley, es decir, con quién detenta el monopolio de la violencia. Y es que, la función social global de estos tres dispositivos (la ficción espectacular, la ficción académica y la ficción teológica), aparentemente inconexos, es generar una predisposición mayoritaria, suficiente, e inconsciente para la aceptación implícita de ciertos discursos y conceptos como realidades. Son los tres vértices de un polígono en el que la longitud de los lados, es decir la potencia de cada vértice para generar líneas de fuerza dentro del polígono, se mide por su capacidad de movilización sociopolítica. Así, estamos asistiendo a una estatización y/o teatralización del movimiento pacifista que se manifiesta en el creciente interés que despiertan las manifestaciones mediático-ficticias como las que los “monjes tibetanos”, bajo el amparo de las multinacionales de la información-espectáculo, presentaron aprovechando el foco internacional de los Juegos Olímpicos de Beijing, las “revueltas pacíficas” que se organizaron desde Washington, al más puro estilo Kissinger, recientemente en Bolivia, con el silencio cómplice de las ONG’S o, las ya convenientemente olvidadas, “protestas” en el Estado español contra la “ilegal guerra de Irak”, que genero unas considerables plusvalías electorales al PSOE y que el 11-M y la mala gestión mediática de la Administración Aznar terminaron por convertir en la victoria del actual Gobierno -y la aniquilación sociopolítica de IU-, y dónde el triunvirato mass media, idealismo izquierdista y subalternidad académica funciono como una maquinaria perfectamente coordinada.

Y es que; el pacifismo teológico, la industria del espectáculo y el idealismo pequeñoburgués comparten más de lo que estarían dispuestos a reconocer públicamente: una paz en la que ELLOS sean los mediadores éticos, simbólicos y políticos.